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Jesús Delaveaux: “El actor tiene que creerse el personaje”

Publicado: 2014-10-14
El recordado actor de Carmín, Cazando un millonario y Así es la vida, Jesús Delaveaux, nos cuenta sobre su experiencia como actor, el ser profesor de teatro y como fue rencontrarse con antiguos amigos en Al fondo hay sitio, donde interpretó a Gulliermo, el padre de Viviana.

Los alumnos comienzan a llegar, de poco a poco van llenando el teatro, algunos se sientan en las butacas, otros lo hacen en el escenario. Me miran intrigados mientras comentan entre ellos. Jesús llega, me saluda sonriente y me indica que lo acompañe. Frente a sus alumnos coloca dos sillas y me empieza a contar sobre una novela que estrenara. Los futuros actores ya entienden que es lo que sucede y sonríen, les suele ocurrir esto a menudo.

¿Qué lo llevo a dar clases de teatro?
Pienso que todos los actores que tienen determinado tiempo en el espacio teatral queremos volcar en las nuevas generaciones la experiencia que hemos tenido.
¿Con que rango de edades diría que es más fácil trabajar?
Los ideal es trabajar con gente joven, pero también me doy cuenta que es genial trabajar con gente mayor. Yo me manejo en Surco, San Miguel y el consorcio de colegios Trilce. En el Trilce son chicos de máximo 16 años, en Surco hay hasta los veintitantos, en San Miguel hay dos personas mayores de 60 años, con ellos cubro perfectamente cuando necesito una abuela, un abuelo.
¿Ha “descubierto” a alguien durante sus años como profesor?
Sí, tengo gente de Trilce, que son chicos muy jóvenes, que ya han empezado a debutar en televisión con protagónicos, Augusto Gutierrez y Alessia Delgado ya han protagonizado en Confesiones algunos capítulos. En el grupo de Surco tengo muchas expectativas porque próximamente voy a estrenar una novela y tengo la imperiosa necesidad de llevarlos (a sus alumnos) a debutar, ya están haciendo sus pininos como extras y espero que ya empiecen a decir algunos textos. Así que vamos a ver, estamos en eso.
Has trabajado anterior mente con Efraín Agilar ¿cómo fue volver a trabajar con él?
Bueno, lo que pasa es que con Efraín no he dejado de trabajar, si bien no estuve en Al fondo hay sitio desde el principio, estuve haciendo varias obras de teatro bajo su dirección, así que el contacto siempre estuvo ahí.
Ahora que has estado en Al fondo hay sitio, gran parte del elenco son personas con las que has trabajado antes ¿Cómo fue el rencuentro?
No pensé nunca grabar para Al fondo hay sitio, lo tenía desterrado. Sin embargo, un día recibo la llamada de Jorge Sánchez, que es jefe de casting, y me dice “mañana grabas”. La televisión es así, es un elemento por el cual nunca puedes preparar nada, se basan el oficio de los actores y te dicen “mañana grabas” y tienes que estar listo.
¿Fue complicado hacerte el tiempo para tus clases de teatro?
Me di el tiempo suficiente, plantee las cosas y me respetaron mis horarios de taller, así que grabe en otros horarios.
¿Guarda algún recuerdo en especial de sus primeros papeles?
Eso es como los primeros amores, eso nunca se olvida. Tengo una obra que hice hace muchísimos años: Camino oscuro, una obra muy linda, bajo la dirección del gran secretario general del sindicado de actores del Perú: Cesar Urrueca, y nunca me voy a olvidar de ella mientras viva, fue mi debut teatral.
¿Qué es lo más alocado que ha hecho para construir un personaje?
He hecho tantos tipos de locuras, una vez en una novela, Cazando un millonario, hice de un peinador, por lo cual Iguana me mando a estar durante un mes, todos los días, en un salón de belleza para aprender todos los detalles que tiene un peinador. Y lo hice con mucho cariño y mucho respeto, pero era un gay de aquellos.
¿Fue difícil?
Fue difícil porque vivimos en un país sumamente homofóbico, entonces, el simple hecho que yo salía de las grabaciones con ciertos tics y los chicos me miraban y decían “ahí está el mariquita” y bueno, yo tenía que saber asumir eso, pero después no, fue un trabajo digno, muy difícil, pero lo hice con el mismo cariño que siempre le pongo cada vez que emprendo cualquier tarea.
¿Qué es lo más difícil de construir un personaje?
Paso por hecho de que el actor tiene que creerse el personaje que ha mandado el director, es un proceso, si yo mañana le digo a una alumna que tiene que hacer de prostituta o a un chico que tiene que hacer de gay, entonces van a tener que procesar y buscar elementos de cierta comparación, de cierta imitación y salir para adelante
¿Cuáles son tus proyectos para este año?
Sé que regreso a Al fondo hay sito en el mes de octubre porque Gianella Neyra va a necesitar nuevamente a su papá, así que voy a reventarlo al platanazo nuevamente, y luego están los proyectos teatrales, para mi siempre es una garantía trabajar con Efraín, en dos meses me está llamando para una temporada. De ahí tengo el estreno el 8 de diciembre de una película que grabe hace poco sobre la historia del avión de Alianza Lima.
¿Cómo balancea su vida personal con la actuación? ¿Ha tenido algún problema por ello?
La gran ventaja es que tengo yo es que no tengo familia a mi lado, yo vivo solo hace muchos años. No tengo una mujer que me este fregando o hijas que me estén pidiendo. Ya complete ese ciclo y vivo muy tranquilo dedicado a lo que amo.
¿Pero era un problema antes?
Digamos que si la compañera que tienes en ese momento no entiende tu carrera lo es, por eso siempre le digo a los chicos “si van a dedicarse a esto, tienen que enamorarse de un actor o una actriz, porque de otra manera no los van a entender” Imagínate, tengo ensayo de 8 a 11 de la noche.
¿Qué debería hacerse para que haya mayor interés en el teatro?
En primer lugar tiene que haber mucha más infraestructura, tienen que haber más teatros, espero no morirme hasta ver que cada barrio de Lima haya un teatro. Saber que en Lince hay un teatro, que en La Victoria en un teatro, en esa medida el teatro se va a expandir.
Entonces, ve un futuro esperanzador para el teatro
¡Claro! Imagínate si no, siempre tengo esperanza, en la medida que los jóvenes se interesan por la actuación, en que existen grupos tan completos como Yuyachkani, siempre hay esperanza para el teatro.

Escrito por

Brenda Santiago

Estudiante de periodismo y ratón de biblioteca. Una viajera empedernida, pues "al final todos somos historias , haz de la tuya una buena"


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